¡EL PEUGEOT i-Cockpit® CUMPLE 10 AÑOS!
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Peugeot & Moi
21 diciembre 2022
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Bertrand Rapatel, Director de Diseño Interior de PEUGEOT, lleva trabajando en el i-Cockpit® desde la versión de segunda generación en los 308 y 3008. Le preguntamos cómo describiría el i-Cockpit® a alguien que aún no lo conozca.
i-Cockpit® se basa en varios principios fundamentales:
Jérôme Micheron, actual responsable de Producto PEUGEOT, participó activamente en la creación del i-Cockpit®. Nos cuenta cómo surgió este extraordinario proyecto.
"Para la primera idea del i-Cockpit®, nos planteamos las siguientes preguntas: "¿Cómo ofrecer nuevas sensaciones a bordo de un PEUGEOT sin estar en un circuito? ¿Cómo encontrar sensaciones de conducción acordes con las expectativas de los clientes y con las nuevas normas de seguridad, como los límites de velocidad?"
Fue buscando respuestas a estos problemas y basándonos en diversos estudios de clientes como el i-Cockpit® comenzó a tomar forma.
La llegada de lo táctil a nuestra vida cotidiana también fue un factor determinante a la hora de pensar en la nueva cabina del conductor. Esto se corresponde con el lanzamiento del primer iPhone en junio de 2007. En aquella época, los coches ya tenían pantallas, pero no eran táctiles sino pasivas. Habíamos llegado a un punto en el que los salpicaderos se habían vuelto demasiado complicados: necesitábamos simplificarlos y modernizarlos. Cuando empezamos a pensar en todas estas cuestiones, solíamos utilizar la expresión "a la caza de botones".
1. Una idea cobra vida
“ Así que los ingenieros y diseñadores empezaron a plasmar sus ideas sobre el papel. Con los primeros modelos, trabajamos antes de lo previsto con un equipo muy reducido. Muy pronto surgió la propuesta de un volante más pequeño. Hasta entonces, en un coche, el volante era muy grande y la información del teléfono se marcaba a través del volante.
2. De la convicción a la realización
“ Era mucho lo que estaba en juego para la marca, que asumía un riesgo importante al apostar por un concepto tan innovador como nuevo, ya que la producción en serie representa grandes volúmenes. Por tanto, teníamos que demostrar que nuestro concepto era validado por los clientes. Así que organizamos pruebas en un circuito privado con clientes franceses y alemanes. Les hicimos conducir un coche con una síntesis tradicional, un volante normal, un salpicadero estándar y luego les mostramos el prototipo con este nuevo volante y este nuevo cuadro de mandos.